
Qué debes revisar antes de redactar y firmar un contrato de arrendamiento como arrendador en España
En España, la legislación sobre alquileres establece obligaciones y derechos para los arrendadores, que varían dependiendo de si eres un propietario estándar o un gran tenedor (persona o entidad con más de 10 inmuebles urbanos o más de 1.500 m² de superficie construida destinada a uso residencial). Si no eres un gran tenedor, las normas son más flexibles, pero es crucial conocer las diferencias para evitar problemas legales en situaciones específicas.
A continuación, te ofrecemos una guía para redactar un contrato que proteja tus derechos y cumpla con la normativa vigente.
1. Identificación de las partes y capacidad legal
Incluye los nombres completos y datos identificativos tanto del arrendador como del arrendatario. Como arrendador:
- Si no eres un gran tenedor, basta con demostrar que eres propietario del inmueble o que tienes derecho legal a arrendarlo.
- En el caso de grandes tenedores, el contrato debe incluir la declaración de esta condición, ya que implica cumplir con normativas específicas, especialmente en zonas tensionadas.
2. Limitación de rentas en zonas tensionadas
Si el inmueble está en una zona declarada tensionada (alta demanda y poca oferta), debes prestar atención a los límites de renta:
- Arrendadores estándar: Puedes fijar el precio libremente, pero no puedes realizar aumentos desproporcionados tras la firma del contrato.
- Grandes tenedores: La renta debe respetar el índice de referencia oficial para la zona y no superar el precio del contrato anterior, salvo que se hayan realizado reformas significativas. Además, debes declarar que el contrato cumple con la normativa de contención de rentas.
Consulta si tu inmueble está en una zona tensionada y ajusta el contrato a estas reglas si aplica.
3. Duración del contrato y renovaciones
La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) establece:
- Duración mínima: 5 años si eres persona física (no gran tenedor). Si eres persona jurídica o gran tenedor, el plazo mínimo es de 7 años.
- Prórrogas automáticas: Si no comunicas al inquilino con al menos 4 meses de antelación tu intención de no renovar, el contrato puede prorrogarse automáticamente por un año adicional.
- Rescisión anticipada: El inquilino puede rescindir el contrato tras los primeros 6 meses, con un preaviso de 30 días. Puedes incluir una penalización razonable, como un mes de renta por cada año incumplido, aplicable tanto a arrendadores estándar como a grandes tenedores.
4. Gastos asociados al contrato
Según la normativa actual:
- Arrendadores estándar y grandes tenedores: Todos los gastos asociados a la formalización del contrato deben ser asumidos por el arrendador, incluyendo:
- Honorarios de agencia inmobiliaria.
- Redacción del contrato.
- Registro o gastos notariales (si aplican).
No puedes trasladar estos costos al arrendatario bajo ninguna circunstancia. Asegúrate de incluir esta disposición en el contrato para evitar malentendidos.
5. Fianza y garantías adicionales
- Fianza: La ley establece un máximo de una mensualidad de renta como fianza obligatoria. Esta debe depositarse en el organismo correspondiente de tu comunidad autónoma.
- Garantías adicionales: Puedes solicitar hasta dos mensualidades adicionales en concepto de aval o depósito.
- Grandes tenedores: Aunque las reglas son las mismas, debes ser especialmente cuidadoso en zonas tensionadas, ya que estas garantías no pueden exceder los límites legales.
6. Forma de pago y ajustes de renta
Especifica claramente en el contrato:
- Método de pago: Transferencias bancarias o métodos trazables para mayor seguridad.
- Periodicidad: Indica la fecha exacta de vencimiento mensual.
- Ajustes de renta: Si no eres un gran tenedor, puedes ajustar el alquiler según el IPC u otros índices acordados.
- Grandes tenedores en zonas tensionadas: Los incrementos deben ajustarse al Índice de Garantía de Competitividad (IGC) o índices oficiales establecidos por la ley.
7. Descripción del inmueble
Incluye una descripción detallada del inmueble:
- Dirección completa.
- Número de habitaciones, superficie, certificación energética, etc.
- Bienes incluidos (muebles, electrodomésticos).
Grandes tenedores: En zonas tensionadas, la descripción debe ser precisa para justificar que el precio respeta el índice de referencia oficial.
8. Mantenimiento y reparaciones
Especifica las responsabilidades de cada parte:
- Arrendador estándar y grandes tenedores: Eres responsable de reparaciones estructurales y del mantenimiento de instalaciones esenciales (electricidad, agua, calefacción, etc.).
- Arrendatario: Es responsable de pequeñas reparaciones derivadas del uso cotidiano.
En el caso de grandes tenedores, la ley te exige garantizar que el inmueble esté en perfecto estado de habitabilidad al inicio del contrato.
9. Cláusulas de rescisión y penalizaciones
En ambos casos:
- Rescisión por parte del inquilino: Debes permitir que el arrendatario rescinda el contrato tras los primeros 6 meses, notificándote con al menos 30 días de antelación. Puedes incluir una penalización por incumplimiento del plazo pactado.
- Recuperación del inmueble: Si necesitas recuperar la vivienda por motivos personales o familiares, debes justificarlo y avisar al inquilino con al menos 4 meses de antelación.
10. Protección de datos personales
Incluye una cláusula que garantice el cumplimiento del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Esto es obligatorio tanto para arrendadores estándar como para grandes tenedores.
Si no eres un gran tenedor, disfrutas de mayor flexibilidad en la gestión del contrato. Sin embargo, es fundamental cumplir con las normativas generales, especialmente en zonas tensionadas. Si el inmueble está en estas zonas y aplicas las reglas de contención de rentas, te protegerás de sanciones y conflictos legales.
En caso de duda, consulta con un abogado o con nuestro equipo de profesionales para garantizar que tu contrato esté alineado con la legislación vigente. Esto asegurará una relación contractual clara y transparente, tanto para arrendadores estándar como para grandes tenedores.